En el artículo de hoy hablaremos sobre el proceso de talla de las piedras. Explicaremos los diferentes pasos que hay que seguir para obtener las gemas que finalmente son engarzadas en joyas.
En primer lugar, el trabajo comienza por la selección del crudo (rough). Esta tarea requiere de una enorme pericia. El lapidario debe ser capaz de evaluar el crudo sobre la base de la o las gemas que será capaz de extraer de él.
El segundo paso conlleva el corte del crudo. Este paso se ejecuta por medio de una cuchilla circular con la que el lapidario cortará el crudo en caso de servir para varias piedras. Como resultado, obtendrá varios trozos, cada uno dirigido a una gema final.
El tercer paso es el lijado grueso (grinding). Los trozos de crudo son lijados para obtener lo que se denomina la preforma. La preforma simula, a grandes rasgos, la talla final de la piedra.
El cuarto paso consiste en lijar la piedra. La lija permite al lapidario ir aportando detalle a la talla, obteniendo las facetas de la talla final.
Por último, el pulido es el paso que da brillo a las facetas de la piedra y deja la piedra lista.
En la actualidad, los talleres de corte de gemas más avanzados disponen de máquinas para escanear el crudo y optimizar el proceso de corte con tal de maximizar el tamaño y la calidad de las gemas que pueden generar. Es importante tener en cuenta que el porcentaje de peso aprovechado a la hora de tallar una gema es de entre el 15% y el 33% dependiendo de si se opta por un corte personalizado o si es un corte estándar. Siendo el personalizado el que más material nos permitirá aprovechar.